domingo, 23 de mayo de 2010

La puta poesía




Alguien me dijo que la bicicleta era de su prima.
No recuerdo quien.
No lo recuerdo, joder.
¡Joder, qué rabia!

¿Y la pintada?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Puto teatro


Me está empezando a joder en demasía la mierdita del teatrito de los cojoncitos. Y es que cada vez que voy al teatro acompañado por ***** acaba convirtiéndose en una competición de egos y complejos.

Vamos, que estoy hasta la puta polla de añadir más mierda a la mierda de obras de teatro que voy a ver (porque, no olvidemos que vivo en una de las ciudades-cloaca-teatrales más apestosas) y que ***** es la persona insegura por definición. Me explicaré.



La cosa va como sigue: Salimos de ver cualquier mierda y de camino a casa, prometiéndome no enfadarme, hablamos de lo que acabamos de ver. Hay acuerdo en que es una mierda. Pero de repente un comentario de ***** me indica que siente que le estoy midiendo. Siente que estoy juzgando su puta erudición.

A mí me la suda tu puta erudición.
Yo me cago en la erudición.
Yo me cago en mi opinión.
Opinar no vale para nada, joder.

A ver si te queda claro.

Opinar no vale para nada.
La opinión es un puto engaño.

Haré otro mantra para asegurarme de que lo entiendes.

La mierda es mierda, opinemos lo que opinemos.

Otra cosa muy distinta es
que nos guste la mierda
o que no nos guste la mierda.
Eso no es opinión, eso es gusto;

y aunque tampoco sirve para nada,
el gusto es mucho más respetable que la opinión.

Pero lo que me pasa con ***** es que acabo hablando con sus prejuicios, sus miedos y sus putas pájaras mentales.

Eso sí: el puto cabrón desequilibrado soy yo, claro.
Soy yo el hijodeputa que sólo busca engordar su puto ego con memeces como "yo-sé-más-que-tú".

Mecagüenlaputa, qué mierda ser tan idiota, qué mierda ser tan cabrón.

Si es que soy de lo peorcito del mercao...




Y después ***** se llena la boca de palabras bonitas como soles: paciencia, tolerancia, flexibilidad.

Es entonces cuando yo sólo pienso en palabras terribles: ira, odio, sufrimiento, abandono, soledad. Egoísmo. Y pienso en esas palabras con todas mis fuerzas, para ver si se te ocurren a ti. Para ver si dejas de autoengañarte de una puta vez: POR MUCHO QUE UNO VAYA AL MÉDICO, ESO NO SIGNIFICA PARA NADA QUE ESTÉ CURADO.

Por mucho dinero que te hayas gastado en sesiones de terapia, eso no garantiza en absoluto que hayas mejorado un ápice como ser humano.

En los peores casos, el tumor se ha incrustado más aún gracias a la puta dosis de autoafirmación y la mierda de la confianza en uno mismo y toda esa basura.

Yo no estoy nunca seguro de mí. No sé como nadie puede estar seguro de sí. Menudos huevazos así de gordos que tienen algunos...

Por un lado está lo que nos gustaría ser, y por el otro está lo que somos.
Generalmente esos dos lados no suelen coincidir.
Y peor aún: hay quien cree que son la misma cosa.
Esos son los peores.

jueves, 13 de mayo de 2010

Recueillement - Recogimiento






Sois sage, ô ma Douleur, et tiens-toi plus tranquille.
Tu réclamais le Soir; il descend; le voici:
Une atmosphère obscure enveloppe la ville,
Aux uns portant la paix, aux autres le souci.

Pendant que des mortels la multitude vile,
Sous le fouet du Plaisir, ce bourreau sans merci,
Va cueillir des remords dans la fête servile,
Ma Douleur, donne-moi la main; viens par ici,

Loin d'eux. Vois se pencher les défuntes Années,
Sur les balcons du ciel, en robes surannées;
Surgir du fond des eaux le Regret souriant;

Le Soleil moribond s'endormir sous une arche,
Et, comme un long linceul traînant à l'Orient,
Entends, ma chère, entends la douce Nuit qui marche.


[Ten juicio, Dolor mío, guárdate más sereno.
Reclamabas la noche; hela aquí que desciende:
un aire oscuro envuelve la ciudad
llevando paz a unos, a otros inquietud.
Mientras de los mortales la vil plebe
que espolea el Placer, verdugo sin piedad,
va a por remordimientos a la fiesta servil,
dame la mano, Dolor, ven a mi lado,
y huyamos lejos. Mira cómo los muertos años
surgen con viejos trajes en el balcón celeste;
cómo brotan, sonrientes, del mar los desengaños;
cómo el sol bajo un arco se duerme en lontananza,
y como un gran sudario que viene desde el este,
oye, amor, oye cómo la dulce noche avanza.]

Charles Baudelaire
Les fleurs du mal
(citado por Michel Houellebecq en Les particules élémentaires)

domingo, 9 de mayo de 2010

Budd Dwyer


Hoy recordé a Budd Dwyer, el antiguo tesorero republicano de Pennsylvania que fue acusado de aceptar un sobornazo y se acabó suicidando en una rueda de prensa en el 87. Yo tenía diez años y recuerdo las imágenes en el NO-DO de la primera de tve. Creo que presentaba el telediario Concha García Campoy.

El día antes de que el tribunal que le juzgaba dictara sentencia, Budd convocó a la prensa. Hablaba y hablaba y cuando dejó de hablar repartió tres sobres a tres personas. Luego cogió una bolsa de papel y en vez de sacar una botella, sacó una pistola, se la metió en la boca y disparó. Siempre se declaró inocente.

Budd decidió matarse durante la rueda de prensa en vez de asumir que había cobrado un pasturrón bajo manga. Y alguien eligió que se mataría durante mi comida. Era jueves y eso significa que en mi casa estaba la Sra Maruja y también que comimos verdura y pescado. Los jueves venía la señora Maruja a mi casa y se comía verdura y pescado.


Así puedo afirmar que el tiro que Dwyer se disparó, metiéndose la pistola en la boca delante de toda aquella gente en el comedor de mi casa, sabía a patatas hervidas, a acelgas y a caballa a la plancha.

Diez minutos de odio al día


¿Ya has practicado tus diez minutos de odio al día?

sábado, 8 de mayo de 2010

¡Currad, cabrones!

Odio a los perdonavidas.

¡Qué asco, por dios, qué puto asco!
Gentuza que no mueven ni un dedo, que se quejan de todo sin pegar un puto palo al agua y que encima te hablan como si les debieras todo lo que eres.

Qué asco.

Si me encuentro a un perdonavidas más,
le pateo la boca,
le escupo en la cara,
le vomito encima.
Lo que sea, no lo sé.
Pero te juro que no se va de rositas...

y ese sentido del humor barato,
y esas expresiones para hacernos creer que van de buen rollo,
y esas cejitas levantadas arrugando la frente,
esa advertencia velada,
y ese tonito de deuda perpetua...

Mentirosos, mezquinos, infames.
Sois purita infección.

Id todos a tomar por el puto culo y salvadle la vida a vuestra puta madre antes de que se pegue un tiro, arrepentida por no haber cerrado las piernas.

Dejad de quejaros de lo poco que os recompensan y empezad a currar, joder.
¡Currad, cabronazos hijos de la gran puta!

Y tú, sobretodo tú, hijo de puta,
aprende a hablar.

Aprende a hablar o cierra tu jodida boca de imbécil perdonavidas.

No escribo con humor.

Los chistes quedan fuera.
Fuera.

Estoy hasta la puta polla de los perdonavidas.
Harto de la gente que me recuerda, cada vez que se dirige a mí, lo mucho que se sacrifica por la humanidad toda.
Hasta la puta polla de los que me recuerdan lo poco que se dice lo mucho que se les debe.

No me hago mala sangre: tengo la sangre podrida.
Lo que me corre por las venas está más cerca del alquitrán que de la sangre.
Lo que me corre por las venas está más cerca del lodo que de las nubes.
Lo que me corre por las venas es un incendio.

Hay que meterse hasta las cejas.
Hay que mancharse la cara.
Hay que llenarse de mierda.

Pero sobretodo, hay que trabajar, cojones.
Hay que trabajar.
Tra-ba-jar.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Compulsión. El séptimo «sí»

«7. Cada nueva relación, ¿tiene los mismos patrones destructivos que te incitaron a romper con la última?»

Recuerdo la compulsión y a veces la echo de menos.

Compellere, decían los latinos para expresar la obligación de hacer algo que no se quiere hacer.

Hay quien dice que muchos yonkis siguen vivos gracias a la heroína. Si no fuera por eso ya se habrían tirado al mar.

Es tan horripilante un cuerpo ahogado.

A veces recuerdo la compulsión y la echo de menos.
Como quien echa de menos un tumor con el que había aprendido a vivir.

martes, 4 de mayo de 2010

Pornografía, obscenidad, burguesía





«En mi definición, cualquier cosa que pueda llamarse obscena se aparta de la norma burguesa. Refiérase a la sexualidad o a la violencia o a otro tema tabú, cualquier cosa que rompa la norma es obscena. En la medida en que la verdad es siempre obscena, espero que todas mis películas tengan al menos un elemento de obscenidad.

En contraste, la pornografía es lo opuesto, en que convierte en mercancía aquello que es obsceno, convierte lo inusual en algo consumible, lo cual es el verdadero aspecto escandaloso del porno, más bien que los argumentos tradicionales propuestos por las instituciones sociales. No es el aspecto sexual sino el aspecto comercial del porno lo que lo hace repulsivo. Pienso que cualquier práctica artística contemporánea es pornográfica si intenta vendar la herida, por así decirlo, esto es, nuestra herida social y psicológica. La pornografía, me parece, no es diferente a las películas de guerra o a las películas de propaganda en el sentido de que trata de convertir en consumibles los elementos viscerales, horrorosos o transgresores de la vida. Las películas de propaganda son más pornográficas que un video casero de dos personas teniendo sexo.»

Michael Haneke,
Entrevista de Christopher Sharret
Cineaste, Vol. XXVIII, No.3 (Verano 2003)