Esta cama es un páramo insalubre.
Esta cama, desierto sin espinas,
campo estéril, erial de la inmundicia.
Esta cama es el tálamo vencido
por el ángel puro y silencioso;
y las sábanas mortaja cenicienta
de un muerto y otro muerto separados.
Esta cama debería arder en llamas
que acabaran con nosotros de repente,
sin aullidos, y sin gritos, sólo el fuego
que aniquila y purifica y las cenizas
de dos cuerpos que se amaron torpemente.
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